En septiembre de 2015, tras un año difícil para mi salud, dejé de trabajar. Mi cabeza había dicho basta, tenía que operarme un tobillo por un esguince mal curado -sí, existen, no son una leyenda urbana- y necesitaba parar. Había llegado a un momento en el que mantener una secuencia de pensamiento lógico me costaba la misma vida y no podía razonar con claridad. Así que tocaba recuperarse. Si en aquel momento me llegan a decir que antes de que pasara un año y medio iba a volver a trabajar no me lo hubiera creído.
Llegar al fondo del hoyo (o de la cuestión)
Eso es lo que me pasó en 2016. Llegué al fondo del hoyo, pero al fondo del todo. Fue un año muy introspectivo, en el que pensé y repensé, me busqué sin encontrarme y conseguí recuperarme cuando menos lo esperaba. Un año de lamerme heridas y enfrentarme a nuevas que aún tratan de cicatrizar. Un año necesario pero jodido de vivir.
Aquello de que para salir de nuevo a la superficie has de tocar fondo primero se ha cumplido a la perfección conmigo. Mientras yo sentía que iba dando tumbos por la vida, ella iba tejiendo redes invisibles que acabarían por traerme hasta donde estoy hoy. Redescubierta, en mejor forma física que nunca, con nuevas metas y objetivos y, fundamentalmente, feliz.
Y es que, como digo en uno de mis microcuentos, he elegido felicidad como modo de vida. El invierno ha sido demasiado largo y no va a durar ni un segundo más. La vida es mucho más llevadera si sonríes mientras pasa. Y, además, resulta mucho más fácil.
Volver a trabajar
En enero de 2017 he vuelto a trabajar y ni siquiera ha sido algo planeado. Sucedió de forma natural, como han ido sucediendo las cosas en estos últimos tiempos. Si soy sincera, pensaba tardar más en ponerme manos a la obra. El estigma dejado por el estrés me imponía mucho… muchísimo. Pero cuando se presentó la oportunidad no pude decir que no ;).
Y es que esa oportunidad tenía nombre de agencia y requería hacer lo que mejor sé: escribir. Algo alejadísimo de mis ocho años como secretaria de dirección, donde en los últimos tiempos mi desempeño era más bien mecánico, y que me permite desarrollar mi faceta creativa, amén de aprender un montón cada día.
Trabajo hasta las 18 h., tardo menos de una hora en llegar, los viernes si es posible se teletrabaja… media un abismo con lo que vivía antes. Además, tengo unos compañeros fantásticos que me han hecho sentir integrada desde el minuto 0. Vamos, ¡que estoy muy contenta!
Aunque no todo ha sido maravilloso. A Ojazos le ha costado adaptarse a la nueva situación y confieso que a mí un poco también. No por el trabajo en sí, sino por encajar todo lo demás. Retomar rutinas, cambiar las existentes, encajar de nuevo las piezas del puzle…
Tras dos meses sigo con el encaje de bolillos. Aunque cada vez me cuesta menos, sigo sin ver el momento para salir a correr, escribir en el blog o en Mujeres y Madres Magazine, incluso hay días en los que se me sigue olvidando pensar la comida. Poco a poco. Que cuando me pongo quiero ir de 0 a 100 y no veo el camino que hay que transitar. Me cuesta tenerme paciencia.
Si tienes algún truquito que pueda aprovechar… los consejos son bienvenidos.
10 respuestas a «Volver a trabajar»
Pues mira si estás contenta eso es muy importante. A mi ahora mismo me pongo en pensar en trabajo y me cuesta y mucho pero cuando llega el momento hay que hacerlo. Yo soy de las que piensa que las cosas suceden por algo y si te llego esa oportunidad tenías que aprovecharla. Lo de las rutinas… pues tiempo… me cuesta a mi escribir y estoy sin trabajar.
Me alegro mucho de que estés bien con el cambio. Ahora a adaptarse todos, pero seguro que en nada lo teneis dominadisimo.
Me alegro un montón amiga. No te puedo dar trucos porque desde que amplié jornada voy pillada siempre y todos los dias me olvido algo. Ánimo y a seguir así de bien!
Mucho ánimo y poco a poco sobre todo mira con todo lo que has podido,ahora lo que queda son menudencias
Lo importante es q estés a gusto y te sientas valorada en tu trabajo. El mes q viene hará un año q volvi al trabajo después de tener a mi cachorro, y la verdad es q ha sido paulatino, asi q no me costó mucho volver a trabajar.
No es el trabajo por el q estudié una carrera, pero es un trabajo que ya habia hecho antes, me gusta, está cerca de mi casa, no esta mal pagado para las horas q curro y me permite estar mucho tiempo con mi hijo.
A veces tenemos q elegir tener mejor calidad de vida y mejor salud antes q un trabajo estupendisimo, pero a veces la vida es asi:elegir. Y si, a veces hace falta tocar fondo para pararnos a pensar lo q es importante y lo q no lo es tanto.
Animo guapa! Se te echaba de menos por aqui
Lo más importante como dice Paqui es que estás contenta!! Y sobre todo, los niños se adaptan bastante rápidos. Y sobre rutinas/organización, un truco que quizá te sirva, es si «ojazos» se queda en el cole, aprovecha sus menús para organizarte los tuyos y las cenas
[…] no escribiera, estaría muerta. Lo hago cada dos semanas, más o menos, en esta revista y lo hago cada día en el trabajo. Adoro hacerlo. Es mi pasión y mi motor. Me permite estructurar de mejor manera mis ideas y mi […]
[…] inspiración para coger impulso todas juntas. Y celebrar muchas cosas: los cambios de vida, los nuevos trabajos, los sueños […]
[…] cuando llegué del curro, los chicos estaban en el parque. Llegué justo a tiempo para ver cómo un niño que conocemos de […]
[…] hubiera pensado jamás que me gustaría. Adelgacé los kilos que me molestaban. Y en enero de 2017 hasta empecé a trabajar de nuevo. Muchos cambios, muchas novedades que asimilar. ¿O […]