Yo no quiero igualdad. No, porque ya soy igual. Tengo dos piernas con las que corro menos de lo que quisiera, con las que camino y subo escaleras. Tengo dos brazos que de punta a punta abarcan metro y medio, con los que abrazo a mi Ojazos, que acaban en unas manos que escriben y teclean a la velocidad del rayo. También tengo dos ojos, vestidos con sus gafas, pero que funcionan y me permiten ver el mundo con sus justicias e injusticias, que me permiten perderme en los casi gemelos de mi hijo. Me acompañan dos oídos para escuchar llantos y alegrías y quejas y vergonzantes realidades que deberían sonrojar a cada miembro de esta sociedad. Y una boca, ay, esa boca carnosa que da besos generosos a todo el que me apetece, que protesta por lo que me rebela y a veces no sabe estar callada.
Yo no quiero igualdad. No, porque no soy igual. Mi cuerpo puede albergar en su interior otra vida, ensancharse y modificarse para acoger a su cría y, llegado el momento, traerla a este mundo y alimentarla con el alimento más perfecto del mundo, maravillosa e increíble magia femenina. Y después, puedo curar heridas con besos y sanar almas con abrazos, porque, si mamá está en casa, sólo quieren con mamá.
Y quiero un compañero con el que compartir responsabilidades, alegrías y vadear problemas, que el peso entre dos se soporta mejor. Un compañero que, en el momento mágico del alumbramiento, nos dé nuestro espacio pero esté cerquita. Que nos cuide, que se implique, que nos ayude en la recuperación. Y que, después, esté presente, que no haya que turnarse, que los tiempos no sean tan diferentes, que sean menos las veces en que estemos separados.
Yo no quiero igualdad y me da vergüenza tener que recordárselo a quien debería sonrojarse porque, pudiendo hacerlo, no mueve un dedo para cambiarlo. No, porque no debería ser necesario hacer hincapié en lo que somos iguales y en lo que somos diferentes. Yo soy madre, pero mi compañero es padre también. Mujer y hombre, hombre y mujer nos complementamos, eso es lo grandioso de esta vida.
No hay comentarios “Yo no quiero igualdad”
Me ha encantado tu post!
Cuentos de amatxu
¡Muchas gracias! Encantada de recibirte por aquí.
Me matas. Comparto, que tantos y tantas se verán reflejados en tus bellas y durísimas palabras…
Eres arte, pequeña, y cuanto más te indignas, más arte pares.
Me abrumas, te admiro.
I love you
Carol, me dejas sin palabras, y mira que es difícil eso de conseguir conmigo, cada vez que me comentas. Crees en mí más que yo misma. Muchas gracias, de verdad. Y ya sabes que yo te iloveyou también, mucho
Es un post buenisimo, una gran reflexion. Es que no puedo añadir ni una sola palabra. Plas plas, plas
No sé si mi reflexion servirá para algo, no sé si tiene más eco que el de las 4 (o 400) locas tuiteras que nos preocupamos por esta realidad, pero yo ya estoy cansada. Hay que gritar. Aunque parezcan obviedades. Gracias por venir y por comentar. Un placer recibirte.
Una obra de arte es lo que es este post de principio a fin. Lo suscribo 200%
Enhorabuena bella!
Gracias Vero. Como Carol, me dejas sin palabras. Me encanta que vengas. Un besote.
Hola. He llegado aquí por casualidad y me he quedado enganchada. Me encanta tu blog. ¡Enhorabuena!
¡Muchas gracias! En cuanto tenga un ratito paso por el tuyo. Un abrazo.
Me ha encantado lo que acabo de leer. Es como si me hubieses leído la mente! 😉
Verdades. Hay que ser equipo.
Besos