Llevaba días barruntándome algo. El pecho me molestaba, un leve dolor de vez en cuando, como si la producción estuviera ajustándose de nuevo, Ojazos que inmerso en algún berrinche no quería consolarse con el pecho, cuyas tomas eran menores y más cortas, aunque seguía pidiendo para domir. Pero hoy… hoy ha sido diferente. Esta mañana cuando se levantó, se metió en mi cama, pidió tetita y tomó un poco. Muy poco. Enseguida me pidió ir al salón y desayunar. Por la tarde no se ha acordado del pecho, de hecho, ha pedido leche y se lo he ofrecido pero me ha dicho que no quería leche de tetita, que quería leche. Y esta noche… pues esta noche se ha acurrucado sobre su padre y se ha quedado dormido. Ni siquiera me ha mirado, no ha preguntado por mí. Nada.
Categorías
El destete
