Sólo tiene dos años y medio pero mi querido Ojazos se ha convertido en todo un as de las nuevas tecnologías. Lo mismo le da que sea el televisor, la tableta, el móvil o el ordenador: cualquier aparatejo conectado a internet se convierte en su objeto de deseo. Hemos probado a comprarle versiones en plástico de todos ellos y, sí, algo de gracia le hacen pero su amor dura menos que un romance de verano.
Categorías
Ojazos e Internet
